LOS PASAJEROS DEL
ZEPPELIN DE PLOMO
El comienzo de su producción discográfica desde otro
punto de vista
Por Pocho Sabogal
Los fanáticos de Led Zep tienen razón, no hay nada mejor. Es
decir hay cosas mejores pero ninguna banda tiene 4 discos intachables seguidos
en solo 2 años. La razón de su supremacía y la testarudez de sus fanáticos
puede empezar a pensarse por el contrato discográfico que le dieron. Atlantic
Records les dio el avance más grande a una banda que se acababa de formar.
Con los Beatles encerrados en los estudios y viajando
conociendo quien y lo que quisieran, Londres era un territorio sin dueño, un
campo minado de pequeñas bandas que se querían hacer oír y todos querían ocupar
el trono. Tras la fiebre consumista del swingin’ London de 1966, la copa
mundial y la crisis económica, el rock era la medicina a la moda. La ecuación
que tomaron los Zep contra el molde de fab four del pop era el power trio de
Cream y la Hendrix Experience: la solidez genérica y la camaradería entre
músicos.
La cosecha de un nuevo estilo denominado Psicodelia que
surgió durante el llamado verano del amor de 1967 giró el foco hacia la
importancia de la improvisación, la profundidad del sonido (ecos, delays,
feedbacks, wah-wah). La psicodelia alisó el terreno suave y simpático que
querían los programas de televisión, las radios y los intendentes municipales
del rock-pop para volverlo algo verdaderamente en contra del system thinking. La psicodelia canta sobre una nueva
sensibilidad en vez de cantar sobre el exceso de la anterior.
Led Zeppelin llegó después de este trip lisérgico para el fin
de la primera década del rock. Llegó en
el momento justo, corrió la cortina del primer acto con dos discos en un
año (Enero y Octubre de 1969 [1]) y
abrió la segunda década.
La libertad artística del contrato permitía a los Zep no
tener que sacar singles (aunque los convencieron alguna que otra vez) y elegir
el arte de sus discos. La tapa del primer disco es mítica: El zeppelín cargado
de blues que cruzó el Atlántico revienta a orillas del Támesis y los jóvenes se
apuran por recoger los restos aún en llamas. El zeppelín que quizá representa
la ligereza de la fama tan anhelada por los jóvenes, una fama que los libertara
de una sexualidad burguesa, inflados por helio para mantenerse a flote frágilmente
con sus costados permeables a cualquier ínfimo dardo. Si el rock iba a
sobrevivir necesitaba un nuevo transporte. De los restos y los excesos de la
primer década renacerá una nueva música que llevaría a los Zep 6 años después
de rejuntar partes incendiadas de un Zeppelin a viajar en el lujoso Boeing 707
Strarship por todo Estados Unidos (1975 US Tour).
La producción de los discos de la banda inglesa tenía la
ventaja de venir desde adentro y no desde afuera. Jimmy Page los producía,
encargándose también del arte de tapa y el contenido interior. Eligió
ingenieros con experiencia, por ejemplo Eddie Kramer, el gran ingeniero detrás
de la grabación de los discos de Hendrix y responsable de grabar el Vivo del
festival de Woodstock de 1969.
¿De dónde sacó la
plata Atlantic? La sacó de Warner Bros que en 1967 adquirió Atlantic, luego en 1970 con el éxito de la distribución
del documental Woodstock (50 millones, la sexta película más rentable de ese
año) adquiriría entre otras cosas, el sello Elektra que tenía por ejemplo The Doors.
Atlantic era tradicionalmente un sello de jazz, R & B
(Ray Charles por ejemplo) y soul afro americano, un sello discográfico que hizo
crecer al pequeño sello Stax de Memphis a partir de una alianza duradera de 8
años. Stax tenía a Otis Redding su fuerte (hasta su muerte en 1967) en
competencia contra el sello Motown de Detroit que también peleaba el mismo
género.
Atlantic entró al
rock contratando a Led Zeppelin y Yes, dos colosos de la música
instrumental, la voz aguda y desgarradora (R. Plant) o aguda y dulce (J.
Anderson), el viento folk y el virtuosismo.
¿Por qué nos
detenemos en las discográficas?
Porque a partir de 1970 hasta los 2000 [2], por
poner una fecha convencional, las discográficas empezarían a tener mucho
control sobre lo que en la década de los 60’ era un nuevo género: el rock
blanco. El atolondrado régimen de sacar singles constantemente y aparecer en la
radio de los 60’ se dejaría un poco de lado para concentrarse en las giras, el
disco como enteridad y concepto, la crítica de rock (los mejores años del
periodismo de rock como se ven retratados en la película Almoust Famous) y los excesos.
A mi me gusta pensar que justamente los años 1969-1971
fueron de los mejores musicalmente. Los conciertos en vivo muestran la
desestructura del blues sin dejar de serlo pero por ejemplo los acordes no se
marcan tan rígidamente, el bajo suele moverse por distintos lados, los músicos
suelen hacerse señas para volver al estribillo, la batería esta liberada a su
talento y su voluntad y pasa al frente el ritmo junto con las letras de los
cantantes que por un lado no pueden olvidar su herencia, desde Bob Dylan hasta
Lennon pero que por otro lado tienen mucho camino por delante y lo saben.
En especial puedo remarcar el concierto de los Who en la
isla de Wight de 1970 que refleja musicalmente lo que trato de decir. Recalco
esto disco de los Who parecido a vivo en Leeds pero para mí hay ciertas
diferencias y lo remarco por que esta banda suele ser olvidada cuando solamente
se escuchan sus discos de estudio donde claramente no hay ni la mitad de la
potencia que tienen en vivo.
Conclusión
Es importante pensar que detrás de los músicos la maquinaria
para bien o para mal ayudaba a crear un marco, un contexto y mucha de la suerte
de varias bandas dependió de malos
arreglos económicos, la llegada tarde de un agente a un recital donde justo
había terminado el mejor tema de la banda, un arresto por drogas o deportación
por que hubiese un miembro más joven (…George Harrison) o de otro país. Creo
que la calidad siempre sobrevive al tiempo pero a veces hay que esperar mucho,
ya como artista ya como espectador.
En 1980 el zeppelín terminó su viaje y dos músicos de dos
bandas que marcaron una los 60’ y otra, quizás en menor medida pero sin lugar a
dudas una de las más influyentes, los 70’ partieron.
John Lennon 8 de Diciembre 1980
John Bonham 25 de Septiembre 1980.
[1] Black Sabbath hizo lo mismo en 1970 con Black Sabbath en Febrero y Paranoid en Septiembre. Muy recomendable escuchar las producciones de Sabbath, Deep Purple y Zep paralelamente.
[2] Descontando esos 2 o 3
años gloriosos de romanticismo rebelde Punk. Donde se formaban bandas a la
mañana y al día siguiente cesaban de existir, donde el rock volvió a brillar en
tachas, a saltar en botas de cuero y abrazar la noche negra y la madrugada
azul.