lunes, 14 de enero de 2013


THE WORLD IS YOURS

"We've taken carbon dioxide from air and hydrogen from water and turned these elements into petrol." Peter Harrison
“Hemos tomado dióxido de carbono del aire e hidrógeno del agua y hemos convertido estos elementos en petróleo”  

Por Pocho Sabogal
Tomemos la obra “Globo Terráqueo” y apliquemos principios de teorías geo-económicas (la economía es la administración de recursos mediante la valoración de sus productos).

El mundo es negro mayormente porque el petróleo es lo que alimenta el desarrollo alimenticio que permitió el desarrollo poblacional que determinó la ola de consumismo gigantesca del Siglo XX. Sin petróleo no habría máquinas tan potentes con capacidad de cultivar/cosechar grandes áreas. Sin petróleo no habría plástico ni se cumpliría el sueño americano: un auto para todos. Las distancias se achican, el tiempo se relativiza…

La sangre, el oro negro posibilita un mundo de color. Posibilita dar luz a una ciudad de luces, ya Las Vegas ya París. El valor energético del petróleo es el más alto y su relación de extracción y compra/venta fue la mejor hasta el “peak oil” de 1970 (era tan fácil de extraerlo al principio que la gente llegaba a quemar crudo sin refinar en los lugares de extracción para hacer un asadito). Ni al uranio, ni al carbón, ni al Sol ni a los Vientos tenemos la capacidad y la relación inversión-rédito/ rentabilidad de extraerles tanto valor energético (1 litro de nafta puede servir como 120 caballos tirando por 10km).

La felicidad, el consumo, los colores no podían venir de otro lado sino de adentro. Como el artista busca dentro suyo la materia prima para obrar, así nosotros buscamos dentro de nuestro planeta los recursos que nos permitan “vivir”. Del reverso sale su anverso. Las naciones atiborradas de colores, de construcciones, de edificios, gente por ahí, gente por allá, sentados, parados, sentados con alguien sentado encima, parados queriendo sentarnos encima de ese que vemos con alguien sentado encima…

En fin.

Agradecemos poder tener colores, poder construir un Transiberiano, poder alimentar las panzas de los religiosos y las mentes de los ateos. Todas las comidas del mundo en cualquier lugar del mundo más allá de las dificultades climáticas, las especies autóctonas: el petróleo todo lo puede. El negro siempre estará a la moda. La primavera colorinche flower power 60´s Vintage resurrection está atada con una cadena (ver obra), no hay orden, simplemente florecen los colores donde pueden. Disfrutan de ser colores. Se olvidan del Vacío, del big bang no- palabra, no-luz, no evangelio, no crema de enjuague, no el sillón donde esperar el pase de cocaína.

Nosotros somos florcitas de este Indoor gigante que llamamos Legalidad. Porque toda la Economía establece límites en el Derecho. El mal empezó como dijo Rousseau (fundamental para Marx) con la propiedad privada: el trazado de la primer frontera: esto es mío, eso es tuyo.

Somos florcitas, que no conocen límites sino abejas y el polen. Somos colores titilando como bichitos de luz, porque para la historia humana, y para la historia Geográfica somos eso: “tan solo bichitos que saben que una manzana más una manzana son dos (y eso sale más caro en todo caso, si nos ponemos metafísicos)”.

Florcitas que si  nos derraman una crítica, morimos ahogados como pingüinos por un derrame de petróleo. La hipocresía no existe, existe el olvido. La Memoria es la película que siempre proyectan pero no sabemos cómo ni dónde mirarla. O somos pochocleros o somos snobs que defienden I. Sat y el BAFICI. Ser las dos cosas, aceptar que nos pinten de color rosa, flúor, hipster, Página 12, Yankie, Cordobés, Bolchevique…

Y entender el círculo en que una cosa lleva a otra y todo cierra, ya que no podemos entender las líneas, porque no existen. Cada línea es: no una acumulación de puntos (según la tradicional definición matemática del diccionario), sino de círculos.
Y los círculos son negros. Ok. Pero la Vida vivida y por vivir es de Color. Ok.

Un color que debe todo al recuerdo de que somos polvo, ¡¿mas polvo enamorado?![i]
   
       Polvo ennegrecido porque es sombra de lo vivido.
               Elisa Naranja Metálica Insúa nos recuerda aquello.
                                 En todo caso, nos recuerda que debemos recordar.



[i] FRANCISCO QUEVEDO.