NO SE LE PAGA A LOS VIGILANTES SOLO CON PLATA
“Back door,
cum shot”
La línea, El Sonido Real
"Les cuido el coche muchachos"
"Les cuido el coche muchachos"
Por Pocho Sabogal
Un buen recital es un buen recital. Después de ver Los Zombis, Poroto Supremo y El Sonido
Real en C. C. Matienzo nos fuimos a por unas Coronas y un fernet en los bosques de Palermo.
Mi amigo de Flores manejaba el Taunus con grandes asientos donde uno se hunde.
Mi amigo de Belgrano con su cresta y sus brazos colgando por la ventana sin
suspirar.
Es sabido el tráfico que hay en los bosques de Palermo, el
Amor lanza flechazos escondiéndose detrás de un taxi estacionado.
Belleza.
Hermosa.
¡
Cuidado, con la puerta de atrás!
Fijate bien cómo estacionás, y quién te cuida el auto y quién te cuida cuando estás borracho.
Fijate bien cómo estacionás, y quién te cuida el auto y quién te cuida cuando estás borracho.
Ahora no trabajo y eso en mi caso solo significa tiempo.
Pablo Berardi (cantante, sintetizador zombi style) es una
persona creativa. Tiene un factor dérmico de lo rítmico fuera de lo típico
paupérrimo. Los Zombis son el gothic surf pasado por trasnochados virtuosos del
Abasto. Hay un bajo incansable que mantiene las guirnaldas colorinches y la
sombra de Tánatos (alguna vez explicaré esta frase, tiene que ver con la música
Balcánica).
Hay una batería precisa (después de ver a Chris Dave, es lo
primero que busco en los bateristas de hoy, los bateristas de la segunda
Escuela) e impecable. Además una guitarra Robert Fripp lata de duraznos vacía
raspando las cejas, la espalda, la garganta afónica, todo lo que raspa esa
guitarra ejecutada con acordes de conservatorio y rasguidos de alguien que no
terminó el secundario.
Luego tocó Poroto Supremo y se me prendió el intelectualismo
psicodélico (todo por volver al útero y charlar
con Él que se esconde detrás de las cortinas) mi famosísimo affaire con la
disonancia, Monk-Zappa-Flying Lotus y mi defensa de la repetición como único
rasgo de estilo válido.
Me cuesta no pensar mientras escucho lo que pasas enfrente
mío. Pero los Poroto hicieron de las suyas para no dejarme tranquilo. Es la
primera vez que los vi así sacados (aunque yo quería que rompieran algo, solo
para escuchar la máxima disonancia) y fue increíble. Espero pronto que saquen otro
disco estos muchachos. El tecladista ha partido ¿temporalmente? al submundo
donde Pac Man lo espera con un libro de Lenguaje Java (programación de
computadora) todo besuqueado con rouge/ lápiz labial.
Por otro lado se rumoreaba entre los habitués de Matienzo la necesidad
de ampliar una escalera y poner un trampolín en la terraza. Lo segundo se logró
cuando en un momento quedamos todos apretados y las ideas de nuestras cabezas
se hicieron forma: guiso de verduras.
¿Se entiende hasta acá?
Finalmente tocó El Sonido Real que escuché mitad del show
porque me quedé sin plata y había que ir a recargar energías a otro “Calendario”
(acá si me zarpé, pero este año estuvimos hablando de Oliverio Girondo).
Digamos que fui a otro lado y listo.
Disfrutad y no terminen como yo en una esquina comiendo
hamburguesa. Pero no estaba solo, sino con dos galanes del asfalto que
disfrutan apagar las luces del coche cuando vuelven de noche, por la ruta,
desde Luján. Con dos galanes que escuchan música de su compu mirando el patio
interior del edificio, desde un balcón, con plantitas y una re bicicleta que
anda re piola.
Y no importa si ahora cambie el celu y tengo uno que saca fotos.
Y no importa cuánta música escuchás si al final te acordás re poquito... Un coro en la ópera Turandot, un solo de bata, un joven tecladista que acomoda y arremanga su camisa y la facha, un guitarrista/cantante que no sabe si saludar a su novia desde el escenario o no... una cantante/ percusionista que se toma todas las consumiciones de la banda... un crítico de una revista que no conoce a nadie y que está de acuerdo con la suba de tarifa de los transportes públicos.
Algún día haré un texto donde el narrador, lo autobiográfico, no aparezca, entonces ahí descorchamos el Sidra, o quizás hoy, en un rato, después de bicicletear por el barrio después de una discusión en familia.
¡Ten una familia y construye una puerta!
Obvio, me quedo hablar un poco del cum shot, pero che, no soy novelista.
Y no importa si ahora cambie el celu y tengo uno que saca fotos.
Y no importa cuánta música escuchás si al final te acordás re poquito... Un coro en la ópera Turandot, un solo de bata, un joven tecladista que acomoda y arremanga su camisa y la facha, un guitarrista/cantante que no sabe si saludar a su novia desde el escenario o no... una cantante/ percusionista que se toma todas las consumiciones de la banda... un crítico de una revista que no conoce a nadie y que está de acuerdo con la suba de tarifa de los transportes públicos.
Algún día haré un texto donde el narrador, lo autobiográfico, no aparezca, entonces ahí descorchamos el Sidra, o quizás hoy, en un rato, después de bicicletear por el barrio después de una discusión en familia.
¡Ten una familia y construye una puerta!
Obvio, me quedo hablar un poco del cum shot, pero che, no soy novelista.