lunes, 12 de marzo de 2012


GRITÉ EN UN RECITAL DE AGRUPASIÓN PAZIÓN

Por Pocho Sabogal
“¡Ritmo Ritmo!” Grité en un recital de la Agrupasión Pazión en La Ventola el año pasado (2011). No me refería solo al ritmo latino preciso ejecutado ni al sabor dulce y embriagador de la cumbia. Hablaba también de la Sagrada Escritura por ejemplo, la densidad de “Dense Air” de Brian Eno en su disco “Drums between the bells”. A “Wildfire” (con Little Dragon) y “Ready Set Loop” de SBTRKT.

El Ritmo se estira sobre el tiempo y lo presentifica al palo. El tiempo deja de ser esa mierda capitalista o ese ligero aeroplano espiritual, pasa a ser una vena (en la electrónica) o una arteria palpitando corcheas (en la gente que baila cumbia), siempre corcheas por el bulbo raquídeo. La masa encefálica cascarea al compás invisible y los pistones del cuerpo humano socavaban el humo del alma temblando.

El Ritmo es la filosofía tempo-espacial. Se apodera de la propiedad privada, del espacio íntimo y lo diversifica, le devuelve el barro del Génesis. El Ritmo es un moog como suero. El ruido amplificado de los amplificadores cuando se prenden.

“Dopeness” comentario recurrente en Youtube.

Leonardo Da Vinci creó la beatmachine pero nadie le dio bola y quedó perdido el boceto debajo de los cimientos de algún edificio en Venecia.

La Melodía pierde el corazón y por ello lo lleva lejos pero luego, pasada la tormenta vital y el peregrinaje del frenesí la mente vuelve a controlar y surge el arrepentimiento, la nostalgia o la confusión.

El Ritmo en cambio protesta contra las ordenanzas municipales del cerebro y ataca la mente. El corazón sigue pero no por motu propio. Cuando termina la tormenta, no hay arrepentimiento, ni nostalgia ni confusión. El Ritmo se camufla y se disuelve como cualquier otro proceso interno del cuerpo que no se siente. El Ritmo es funcional, es Realismo pero no del siglo XIX: es la realidad de cada uno.

El Tambor debe pasar de ser un cuerpo externo a interiorizarse. Solo así podremos pestañear al compás de nuestra alma.

“Morir es solo un silencio de corchea.”
Alex Delarge.

lunes, 5 de marzo de 2012

ASUNTO: EP CHOTO
BEBIDA: MATE SEMI LAVADO.

Por Pocho Sabogal
"Yo quiero vivir en aquella fantasía, esa que ocurriera en la lejana China, quiero convertirme en una estrella ninja, una que brillase con brillo de la China" Jackie Chan, Poroto Supremo.


Por Linus
No quiero agrandar y pecar de bíblico fuera del testamento, pero desde ese pequeño lugar que fue, y quizás aún es, el EP Choto de Poroto Supremo, grabado en casa, do it yourself y como quieras decirle, resalta, sí, resalta. El tema que para mí realmente lo logra en varios niveles es: La casa. 

El rasguido inicial que nos trae esa desazón 1979 de Smashing Pumpkins sobre una base algorítmica de loops y contra loops perillas de volúmenes por doquier balanceando una hermosa marea acuática por nuestra pecera interior. 
El juego del diminutivo, aquel –ito –ita que le ponemos a todas las cosas, o cuando estamos de novios o cuando queremos decir que algo no es tan grave (zafar de romper una maceta de pendejos), ese juego léxico es genial. Los diminutivos son en última instancia una manera de apropiarnos de las cosas, tanto como cambiarles el nombre a los objetos o decir su nombre real pero en voz bajita. 

El track de Poroto Supremo destaca por sobre todo como una promesa. Un Radiohead pero que no se jacta de su equipamiento y su tecnología y su avant-garde. Aunque nos hacemos baba ante los subi bajas de Thom Yorke, la verdad es que el romanticismo, el cuart-ito de donde salió este tema por siempre sobrevivirá a los grandes pasillos, los halls y sótanos donde filtrean sonidos los Radiohead. El único que se mantiene a salvo es el océano Panagea: Flying Lotus. Como dijo Ahmet Ertegün: "Te lo recomiendo".

Desde el pequeño laboratorio donde se mezclaron esas voces y aquella hermosa frase que deja de ser argenta barrial para ser casi mística de fauno en bosque perdido: “Que lo parió”. Se siente bien escucharlo y dan ganas de decirlo. Putear sin putear pero buen es una sutileza y con las sutilezas uno se queda pensando toda su vida, vengan de donde vengan. 

Luego sigue “Qué suerte tengo yo” puesto en un lugar exacto, justo antes del break del rasguido. El saberse tal y cual y luego dejarse volar: una vez contestadas las preguntas existenciales ¿te vas a quedar quieto? Aunque vos les des tu respuesta temporaria allí están los coros, los ahh los uhh como espíritus atrapados en frascos de formol siempre mirándote. Aquellos dioses de la adolescencia. 

La sonrisa pícara que envuelve la melancolía de haber zafado… y entonces “Qué suerte tenés vos” Uno jamás se pone de acuerdo. Y flotar entre aquí y allá, arriba de un pedorro flota-flota o una lujosa aerosilla da igual, un chasquido te puede cagar la cita.

Los pads sobre puestos y la información que está secundada como ruidos de transmisión de aeropuertos de los 90’s, turbinas de jet, despegues de avión, todo tan tan baj-ito le da un marco resistente al lavado que suele suceder a todo lo que esuchás muchas veces.

Después entra la bata y se arma la nueva estrofa y vuelve al lapsus Freudiano que nos aleja en aquel espiral de “zapatos mojados por la lluvia” (Cf. Rayuela, J. Cortázar).

El último puente aleja el tema y lo disuelve en una progresión de acordes rock nacional. El cuadro queda truncado… ¿Qué subyace esto? ¿Nos tenemos que ir de casa? ¿Es ésta canción un canto recuerdo de un niño que fue o que quiso ser? ¿Por qué tan corto el tema? Ok es un demo, pero aunque durara 5 minutos pediría, estando sobrio para no hinchar los huevos, que durara 10.

Algo es claro. Desde el principio el rasguido de la guitarra va más allá de ese Indie chicle gomoso que venden en pack combo con los rastrillos de sacar hojas. No todo el año es Otoño. Otoño es Otoño y este tema pone las cosas en su lugar.

Pronto esta banda sacará a luz su disco LP Tropical Sospechoso y mucho de esto seguramente quede atrás. Pero no atrás escondido en un placard arrugado, sino atrás como unos campos de trigo vistos desde la ventana de un avión. Los bordes se disuelven en colores puros y la sensación pega bien.

Crudo y desde adentro del pantano enchufado a 220v.

http://soundcloud.com/search?q%5Bfulltext%5D=poroto+supremo

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