CERVEZAS: 2 (en la heladera)
TEMPERATURA: 37Cº
"Tropical tu vieja"
Centro de control climático porteño
Por Pocho Sabogal
Coldplay empezó muy bien. Su LP Parachutes posterior a dos Ep’s constituye la consolidación
coherente y precisa de un acoustic rock (“Only Superstition”) inflado por
elementos del space rock tranqui style en especial temas como “High Speed” y
“Spies”.
El videoclip de “Don´t panic” los muestra humildemente en
una barca viajando por un mar bravucón que podemos entender como el esperado
fin del siglo XX y el comienzo de una nueva década: el fin de la mala prensa
que tuvo (en su tiempo) los 90’.
Alejados de la profundidad de Radiohead y de un Oasis que
arrollaba con su éxito y la simpleza de sus temas, pudieron ser una banda
prometedora o al menos tierna. El piano
acústico reverbereado en “Trouble” y en “I Ran Away” los distingue claramente
junto con la voz Hugh Grant (por el cortejo torpe y condescendiente) aguda
media y grave combinada siempre salvo en algunas excepciones. El post rock
aunque no lo crearon y aunque sus fans quizás no les interese se ve claramente
en sus primeros temas y en un disco compilado no oficialmente Castles (2006), muy recomendado y hasta
fundamental.
Coldplay posicionó Inglaterra en un lugar políticamente
correcto y sin proponérselo logró ser un abanderado del post brit pop. Mostró
que una relación artística de camaradería entre músicos puede estar basada en
el afecto y la tranquilidad contrastada con los ya mencionados Gallagher´s de
Oasis, el excentricismo de Damon Alborn y la electro odisea de Thom Yorke.
Un ejemplo extremo por su geografía y por el extra empujón
hacia la llanura post rock es: Sigur Rós. Que dotó las ideas del post rock con
un paisaje esencial de auroras boreales y vientos emancipadores. Un post rock
que hace nevar mansamente. (cf. El dvd Heima)
Comparen el estribillo de “Only Superstition” con el del
último “Paradise”. Claramente han logrado lo que en show business se dice
“conquistar la ONU del estribillo” (cf. “Fix You”).
El disco Viva la Vida por otro lado, nos confunde con
sobretodo la vestimenta Robespierre-novela de Victor Hugo adoptada para crear
un efecto entero en sus oyentes: “estamos haciendo algo distinto”. Me parece coherente sin embargo, hacer un
poco el ¿ridículo? para tratar de mostrar que no estás hecho de café frío,
barato y descafeinado.
Coldplay de alguna
manera no representa nada y por eso puedo defenderlos. Hablan de un mundo
internacional unido por el New Stadium Music (para no decir mainstream a secas)
que abre escenario a perder nuestras emociones y caer presas de un sensacionalismo.
Un sensacionalismo que a veces es sospechoso de erguirse como una extrema
derecha republicana confiada en que “eso es música”. Pero eso no es culpa de
los modales políticamente correctos de Coldplay ni mucho menos de su música
sino del concepto del New Stadium Music. El
Estadio hace perder el agarre a la realidad y en conjunto con las luces hace
entronizar sentimientos en vez de sensaciones. Esto es porque cuando la
pasamos bien en este tipo de recitales estamos acostumbrados a atacar la
crítica cínica, canchera y under… una
crítica en última instancia del sentimiento. Yo creo que se debe promover
en cambio, una crítica de las sensaciones para no tener que lidiar con lo
políticamente peligroso ¡la derecha! Si nos atenemos a las sensaciones jamás
podremos pasar a nombrar las cosas más que describirlas. Si nos atenemos a las
sensaciones el New Stadium Music va ser “ese loco lugar donde todo el mundo
termina abrazado y pasado de sudor”… Dejen de venderme desodorantes que no sé cómo funcionan, yo soy una persona medieval, mi posición política es el feudalismo, contrato de vasallaje para los fans.