domingo, 17 de mayo de 2015

Por qué Zappa es el mejor...


Luego de una de las más gratas experiencias musicales, ayer sábado 16 de mayo, me he resuelto a volver a este blog y escribir... algo. Dweezil Zappa, uno de los 4 hijos de Frank Vincent Zappa junto a su esposa de toda la vida Gail Zappa, dio ayer un concierto de 3 horas. Increíble.

Arrancaron tocando el disco One size fitz all y luego procedieron a una lista larga de temas entre ellos:

Torture never stops
More trouble every day
Hot rats
Dancin' fool
Cosmik Debris
The grand wazoo
Baby snakes
Muffin man
Sinister footwear
Black page
Uncle Remus
Dont' eat that yellow snow
The slime

6 músicos extraordinarios... (pero parecían 15 :-D )
El cantante barítono tocaba el trombón, la trompeta, la guitarra y la armónica, ademas de cantar imitando esos graves y lúbregos tonos de Frank.
Sheila el teclado, el saxo tenor alto y flauta traversa además de ponerle la voz a los momentos agudos más memorables de la Zappamanía.
Quizás los 2 que más me impresionaron junto con D. Zappa con su SG modificada sin cambiarla ningún momento. Con la palanca y el floyd rose y todo el audio calcado y puesto a punto a un 2015 necesitado de esa magia..

El público entre enardecido y atónito (los momentos de solo de guitarra dejaban la euforia, los aplausos y los gritos como si no hubiesen existido, como si no se hubiesen pronunciado) se acercó luego por los pasillos para los últimos 3 bisses.

Y respondiendo la pregunta...
Por qué Zappa es el mejor...

Porque combinó jazz y clásico en formato R&B (siempre fue muy fan de la música negra, y buscaba trabajar con los mejores cantantes de este género y que pudieran renovarlo y a la vez tocarlo tan antiguo como posible). Porque se renovó siempre. Porque nunca se dejo estar por una discográfica y produjo la mayor cantidad de discos, siendo la mayor cantidad de veces, él mismo, ingeniero y mezclador de sus discos. Porque pensó la música como los grandes compositores, porque él fue el compositor del siglo xx. Que vio como la música se puede sobreponer, mejor dicho, como la música está sobrepuesta. Como Bartok, Stravinsky, Varese y Beethoven se ven en su música. Orquestar, orquestar orquestar. Armonizar un trombón a contrapunto de un violín. Coros y voces por doquier. No tener miedo al humor. No tener miedo a la disciplina, la disciplina no por un virtuosismo efectista o amarillista, una disciplina que trae verdadera libertad. Libertad musical, libertad de la industria, libertad de decir lo que se gusta y poder amar un mundo propio. Un mundo propio lleno de personajes que vienen y van, llenos de máscaras circenses y Fellinianas. Al final, la sangre italiana tira no? Personajes que se rién, estornudad, escupen, cagan, se besan ruidosamente, personajes que son instrumentos, personajes que son ideas, frases de Bebop alocadas y del más riguroso formalismo. Parecen sacadas de Dizzy G. o Monk. Zappadas larguísimas, no por extensión de tiempo sino más bien porque habilitan un espacio alternativo, un espacio profundo y alejado donde el solo dura más porque ese espacio creíamos que no existía.
Manejo el tiempo como nadie, devolvió a la música la importancia de la percusión y la batería. Mostró las hilachas de un rock que en realidad casi siempre era pop. Mostró un pop que en el fondo es rarísimo y violento. Mostró un jazz alejado de las academias y el buen gusto. Un jungle jazz de Duke Ellington, de Charlie Mingus... Mostró que reirse y criticar a la sociedad son la misma cosa y que si no van de la mano, la vida se llena de angustia estúpida y nos quedamos sin hacer nada.

Que probar es igual a componer. Que decir es igual a hacer.

Un persona que sin prejuicios se animó a la aventura de crear algo propio y poner en jaque las reglas de la música y la época dorada de la industria y el periodismo musical. Pintó Estados Unidos de una manera a la que John Waters, Harmony Korine, John Carpenter y varios otros directores filmarían luego. Mostrando la contradicción, lo absurdo, lo religioso, lo superfluo, lo grandilocuente y lo síndrome de complejo de inferioridad...

Su música contiene varias, sino todas, pero es esa actitud, que con los años cada vez me resulta más importante. Su actitud de estar abierto, de joder, de practicar y arriesgarse poniendo guita para ensayar canciones de los más "raras" y luego salir de gira por su país. Su actitud de ir hacia adelante, de traer músicos de todos lados, de practicar y componer en servilletas. Su actitud de que la música puede mucho más si solo se hace el esfuerzo, si solo uno se permite reirse y si uno agarra la viola y no cree en las disonancias.